Esta receta no podía faltar en estas fechas. Las moras están en su punto para recogerlas desde finales de agosto a mediados de septiembre, así que hemos aprovechado para dar un paseo por el campo y llenar una buena cesta para hacer unas cuantas recetas que os mostraremos a lo largo de la semana. Para empezar, una sencilla pero sabrosísima mermelada.
Ingredientes:
- 350 g de moras
- 150 g de azúcar blanco
- Zumo de medio limón
Utensilios:
- Tarros de cristal
Elaboración:
- Lavamos bien las moras si las habéis cogido como nosotros de las zarzamoras y no son congeladas y les quitamos los rabitos para dejarlas bien limpias.
- Las ponemos a calentar a fuego medio-bajo junto con el zumo de medio limón y el azúcar y lo movemos de vez en cuando con una cuchara de madera.
- Mientras, esterilizamos los botes y las tapas en los que vamos a guardar la mermelada. Para ello los introducimos en agua hirviendo y los dejamos dentro 20 minutos. Después los retiramos con cuidado de no quemarnos (nosotros solemos utilizar unas pinzas de freír) y los ponemos a secar sobre un trapo limpio.
- Dejamos las moras en el fuego unos 20 minutos o hasta que veamos que va espesando. Podemos hacer la prueba de coger un poco de la mezcla en un platito y ver que ha espesado tanto que prácticamente no se cae al inclinarlo un poco.
- Si no nos gusta encontrarnos las pepitas, podemos triturarlo con la batidora y pasarlo por un colador o chino. Nosotros lo hemos batido, pero nos gusta dejarle las pepitas porque es lo que marca la diferencia con las que no son caseras.
- Cuando ya tenemos la mermelada en el punto deseado, con un cucharón –y un embudo si nos facilita la tarea– vamos rellenando los tarros de cristal. Después los cerramos y los dejamos boca abajo unas 8 horas, o toda una noche. Con esto conseguimos que se cierren al vacío y que nos duren hasta 3 meses en la nevera bien cerrados. El zumo de limón también actúa de conservante, para que nos aguante un tiempo sin estropearse.
- Una vez pasadas las 8 horas de reposo boca abajo, los guardamos en la nevera, ya hacia arriba.
[…] Sacamos del horno, dejamos atemperar y la metemos en la nevera hasta el momento de comerla. Cubrimos con mermelada (en nuestro caso mermelada casera de moras). […]
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