Cuando vimos estos calabacines redondos en el mercado no pudimos resistirnos a preparar una receta con ellos y a utilizarlos como “plato”. Enseguida nos vino a la cabeza un sencillo risotto con pocos ingredientes y todos ellos habituales en cualquier despensa. En apenas media hora tendrás un plato exquisito y de una presencia que sorprenderá.
Ingredientes:
- 300 g de arroz Carnaroli
- 1,2 l de caldo de pollo o de verduras
- 2 calabacines pequeños o 1 grande
- 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cebolla
- Medio vaso de vino blanco
- 50 g de mantequilla
- 150 g de queso parmesano rallado
- Sal y pimienta
Elaboración:
- Como hemos elegido dos calabacines pequeños redondos como boles, les cortamos la parte superior a modo de tapa y con un vaciador extraemos toda la carne de los calabacines, que reservamos.
- En una cacerola calentamos el aceite de oliva a fuego medio y pochamos la cebolla picada, sin que llegue a coger color.
- Añadimos el arroz y lo removemos hasta que quede bien impregnado por el aceite.
- Agregamos el vino blanco y movemos hasta que se reduzca y se evapore el alcohol.
- A continuación añadimos una cuarta parte del caldo. Cocinamos, moviendo sin parar, hasta que se haya absorbido todo el caldo; después agregamos otro cazo. Continuamos así, añadiendo un cazo cuando el anterior se haya absorbido, hasta que se haya cocinado unos 20 minutos y el arroz esté tierno. A la mitad (cuando llevemos unos 10 minutos), hemos de añadir el calabacín cortado.
- Retiramos del fuego e incorporamos la mantequilla y el queso parmesano rallado. Lo mezclamos bien y dejamos reposar unos minutos tapado.
- Para servir se puede añadir un poco más de queso rallado en el último momento.
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