El faisán es un ave que nos gusta especialmente. Tiene un sabor suave, a medio camino entre el pollo y la caza, y la carne es tierna. En esta sencilla receta se consigue un sabor ahumado muy particular gracias al pimentón. Nosotros lo hemos acompañado de un aromático arroz basmati sin ningún condimento, pues no necesita nada más. Un plato de nuestra tierra con apariencia oriental:-) El que lo prefiera puede utilizar pechuga de pollo (recomendamos que sea de corral).
Ingredientes para 4 personas:
- 4 pechugas de faisán sin piel (de unos 100 g cada una)
- 30 g de mantequilla
- 2 chalotas picadas finas
- 2 dientes de ajo picados
- 1 cucharadita de pimentón ahumado
- 120 ml de vino blanco seco
- 150 ml de nata líquida
- Una pizca de sal
- Zumo de medio limón
Elaboración:
- Secamos las pechugas de faisán con papel de cocina para retirar el exceso de sangre. Calentamos la mantequilla a fuego medio en una cacerola o sartén profunda con tapa.
- Añadimos las pechugas cuando la mantequilla comience a hacer espuma, asegurándonos de que el lado en el que estaba la piel queda hacia abajo. Cocinamos unos 10 minutos, hasta que hayan cogido algo de color. Entonces bajamos el fuego y les damos la vuelta. Tapamos y cocinamos otros 5 minutos. Retiramos de la sartén y las mantenemos calientes.
- Incorporamos las chalotas y el ajo a la sartén, cocinamos 5 minutos hasta que esté todo blandito y agregamos el pimentón. Movemos bien, aprovechando los jugos que se hayan quedado pegados en la base de la sartén. Vertemos el vino y llevamos a ebullición.
- Añadimos la nata líquida, bajamos a fuego lento y cocinamos muy suave hasta que espese la salsa. Comprobamos el salpimentado, agregamos el zumo de limón y removemos bien. Apartamos del fuego. Aquellos que prefieran una textura más suave pueden batir la salsa y pasarla por un chino.
- Disponemos las pechugas en un plato, vertemos la salsa por encima y servimos con arroz blanco.
Anuncios
Responder